Oyaa… Ogounn…

Cerramos de nuevo una semana movidita en Criaturas Salvajes ya que este miércoles hemos vuelto a disfrutar de Criatura gracias a que el Máster Laurent Berger, aka ‘Tsi-Na-Pah, se trajo a las hermanas Rebecca y Megan Lovell con su proyecto bluegrass/americana/delta blues, LARKIN POE. No me olvido tampoco de mi siempre fiel camarada Bernardo de Andrés, él ya hizo lo propio abriendo semana con HILLARY BURTON la cuál me volvió a sorprender porque precisamente es así como me gusta el powerpop, guitarrero y movidito.

En mi caso, toca ponerse trascendentales y mamar de la sabia ‘teta’ de Mamá África este viernes. Los VÔDUN ya se estrenaron también en el ‘blog prohibido’ con su disco debut pero va y resulta que están de máxima actualidad, tanto por el reciente lanzamiento de su segundo disco como porque se encuentran, precisamente en estos días, por nuestras tierras poseyendo nuestra alma y ofreciendosela a los más antiguos ancestros (hoy mismo tocan en A Coruña y mañana harán lo propio en San Sebastián).

Comienza a ‘Ascender’…

Como veréis el rescate de una banda tan especial y colorista en todos los sentidos se me antoja como obligatorio, y no es para menos con una propuesta tan personal e intransferible como bien fundamentada. El trio londinense Vôdun renace tras unas cuantas reencarnaciones y rituales vudú en 2013, está formado por las Criaturas Oya (Chantal Brown) (vocals, percussión) y Ogoun (drums) además de otro espíritu (masculino) sagrado denominado Marassa (guitar). Como podéis observar, utilizan nombres sagrados de divinidades así como pinturas rituales Afro porque el concepto de esta banda tiene poca broma, auténticos erúditos de la cultura vudú africana con todos sus dioses, leyendas y rituales, sus mensajes están llenos de constantes simbologías y significados ocultos, muchas referencias a los grandes ancestros y obviamente una paleta de sonidos y ritmos en donde la mencinada ‘Mamá África’ siempre sale victoriosa.

Desde 2013 la banda va sacando singles en donde van puliendo su capacidad compositiva adaptada a su complejo mensaje hasta que, en 2016, sacan su LP debut de alusivo nombre, Possesion (2016). Sorprendieron a propios y extraños y obviamente nos dejaron babeando hace dos años a Bernardo y a mí. Su sonido es una suerte espiritual y, en cierto modo, maligna de Stoner, ritmos Afro, Soul, Blues, Doom y rock alternativo. Oya/Chantal es un híbrido poseído y en ascensión contínua con una garganta en la que confluyen en perfecta harmonía las voces de Skin (Skunk Anansie) y Lisa Kekaula (The Bellrays) bebiendo también de la diosa caída Aretha. Sin enrollarme demasiado, temazos como «Mawu», «Minos Army» y «Bloodstones» nos hipnotizaban a base de saturados ritmos desérticos y mucho soul y alt rock retorcido que llamó muy mucho la atención en la escena rock europea.

Dos años después, son invocados y poseidos por las divinidades de nuevo y nos proponen ese complicado segundo disco que, ya puedo afirmar sin temor a equivocarme, que han superado con creces su propuesta. Ascend (2018), no sólo ha mejorado en producción con un sonido más compacto y rico, ha mejorado también en composición con unos pasajes instrumentales y cambios de ritmo más imaginativos que nunca. El blues/soul practicamente ha desaparecido de los instrumentos en favor de un álbum más rítmico y poderoso, tan sólo Chantal ofrece su alma soul de vez en cuando, digamos que, vocalmente hablando, en los nuevos temas la parte más alternativa de Skin ha ganado la partida al garage soul de la Kekaula. Pepinazos increibles como el inicial «Spirits Past» con una Ogoun a los parches de auténtico escándalo, te meten en el ‘ritual’ en cuestión de segundos para catar la densidad Stoner Afro Soul de «Started From», la virulencia instrumental del atropellado «Providence Of Ancestors» o dejarte imbuir por el Afro Doom de «Ogun’s Fight» o «New Doom» (colaboración a la voz de Chris Geordiadis de Turbowolf) con la incursión de saxos y demás parafernalia percusiva africana aportando esa frescura e inmediatez a un sonido saturado como el infierno. Me gusta también un tema como «Time Honoured», lleno de contrastes, con partes tranquilitas, otras más afectadas y densas para derivar en el clímax final en unos pasajes guitarrísticos que son pura música clásica. A destacar también la riqueza rítmica y de cambios con el seudo-reggae-stoner-metal «Elusive Freedom» o el hostil a la par que original «Ascend» de nuevo con ese acompañamiento en vientos y ritmos tribales. Buff, no sé, aquí todos los temas brillan, la banda saca lo mejor de sí mismo, se les nota inspirados y enchufadísimos y no me extraña que estén causando sensación hasta en la mismísima Piel de Toro a gente que desconocía de su existencia ‘terrenal’.

Que la ‘BOLA EXTRA’ os ilumine en el camino al LOA…

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