Que no, que no, que en Criaturas Salvajes no cejamos en nuestro empeño de dar cambios de timón imprevisibles, hace dos semanas pasamos del Western Rockabilly al Trash Death Metal, la semana pasada del Soul Pop y Sixties al Punk’N’Roll de cadencia Detroit y en ésta no íbamos a ser menos, nos gusta volaros la cabeza, refrescar nuestros pabellones auditivos e incluso hasta cambiar roles entre Bernardo y un servidor. Mr. B comenzó la semana desmarcándose, como sólo él sabe hacerlo, con el disco de ‘Pop para mentes perversas’ que se ha marcado la para mí desconocida POPPY y del que voy a dar buena cuenta dentro de muy poco.
En mi caso personal y, si me lo permitís, ‘quasi’ suplantando la personalidad y gustos de mi camarada me voy a adentrar en unos estilos que casi nunca suelo tocar en esta website y de los que necesito recurrir de vez en cuando para darme cuenta de donde viene todo esto del ROCK y lo bien que me siguen sentando. Estos no son otros que el Rock’N’Roll 50’s, el Blues y el Soul más apegado a la legendaria Stax/Motown. Hoy es el día que la pantera de New Orleans, NIKKI HILL, nos va a golpear bien duro en nuestra zona de flotación porque viene a presentarnos su recientísimo último disco…
Nunca le había prestado la atención que merece, quizás eclipsado por una Criatura tan Salvaje como Lisa Kekaula, pero ya era hora de mostrarle todos mis respetos a una de las artistas emergentes más rotundas y excitantes que existen hoy en día en el mundillo del Rhythm & Blues y el Soul Rock. Fue en el programa ‘El Behringer del Capi’ que me enteré que Nikki volvía a sacar disco y me dije de inmediato ‘¡de ésta no pasa!’. En realidad tenía ganas de cambiar de registro, de salirme un poco de los estilos que suelo proponer en CxS y la Hill me vino al pelo para volver a sentir ese ‘back to the basics’ que tan increiblemente sabe facturar la de St. Louis (Missouri).
Curtida en coros gospel en las Iglesias de su St. Louis natal tal y como sus idolatradas Aretha y Etta hicieron en su momento, no tarda en sentir la llamada diabólica del blues y el rock’n’roll pateádose toda la escena de clubs del lugar y haciéndose un hueco y un nombre gracias a sus encendidas y furiosas performances. No iba a tardar en trasladarse a una de las cunas del blues y el soul y New Orleans le abrió sus brazos de inmediato grangeándose una reputación a prueba de balas y encontrando a su futuro marido que sería con el que iniciaría un proyecto profesional serio defendiendo sus composiciones con una banda que trabajaría por y para ella gracias a su tremendo carisma y su aplastante personalidad encima de un escenario.
Teniendo en un pedestal a grandes divas como las mencionadas Aretha, Etta James o Tina Turner e hirviéndole la sangre con el rock’n’roll 50’s de la mano de Little Richard, Chuck Berry y Buddy Holly comienza su andadura discográfica en 2013 con un ilustrativo debut, Here’s Nikki Hill, que deja bien claro que a la Kekaula le ha salido una competidora (¿o sucesora?) de altura. Garage, Blues, Soul, Rock 50’s, incluso gotitas de Hard Boogie y Reggae se convierten en la paleta cromática de la Hill. Dos años después llega Heavy Hearts Hard Fists (2015) que vuelve a pegar otro puñetazo en la mesa con otra asombrosa colección de temas en donde el poderío felino vocal de Nikki compite con una banda que le cubre las espaldas que echa chispas con su ‘maridito’ punteando y riffeando como si de los 50’s/60’s se tratase. Festivales, convenciones, eventos y giras en solitario se convierten ya en una gozosa rutina para una artista que está llamada a estar entre las grandes…
Tres años le ha costado esta vez parir sus nuevas composiciones pero desde ya os digo que ha merecido muy mucho la pena, Feline Roots (2018) no cambia en absoluto su acostumbrada coctelera de estilos, ¿para qué?, se sabe segura y ganadora dominando lo que mejor sabe hacer y así el Soul Rock de «Get Down, Crawl», «You Can’t Trust You», el Rock’N’Roll más genuino y sucio de «Take The Ride (It’s Don’t Matter)» y el explosivo «The Fire That’s In Me» pugnan por el poder sónico con cortes más sutiles y menos eléctricificados como los bluesys «Holler Out Loud» o el tremendamente seductor «Might Get Killed Tonight», el Country Rock 50’s de «Tell The Next World», el notable Reggae de «Can’t Love You Back (It’s A Shame)» o souladas Stax como «Poisoning The Well» con ardorosas guitarras y SEXO por todas partes. En definitiva, un disco que no tiene por qué evolucionar en nada, no lo necesita en absoluto porque te pide a gritos que te dejes llevar por otra época, por otros artistas del pasado y, si a todo esto, tenemos el Rock’N’Roll más añejo y el Soul más felino como denominador común pues… ¿qué quereis que os diga?, que Nikki Hill ya está creando su leyenda, así de claro.
Aquí tenéis el sitio exacto de donde surgen sus ‘Raices Felinas’…
Turno para la BOLA EXTRA en donde comprobaréis en qué consiste una Criatura Salvaje con exactitud jodidamente meridiana. El habitat natural de la Pantera, el hábitat natural de NIKKI HILL, ¡¡¡el directo!!!…
Telita lo que ha hecho Nikki. Menudo subidón.
Gracias.