Ganas, muchas ganas de volver a escribir sobre Criaturas Salvajes en este 2019 recién estrenado tras casi un mes que un servidor ha estado sin producir artículos. Eso sí, no hemos estamos ni mucho menos quietos, como habréis podido observar, tenemos un nuevo y exquisitísimo diseño web gracias a Ángel, nuestro crack informático, que lo ha mimado, pulido y repulido para dejároslo a puntito de caramelo. Logicamente, también hemos aprovechado para sacarle todo el partido a las Mejores Criaturas de 2018 y generar una ‘playlist’ en Spotify e Ivoox que hará las delicias de muchas y muchos que por cuestiones de tiempo y espacio no han podido disfrutar de todos los discos y las carreras de las CxS’s propuestas. Por último y para rizar el rizo, je, je,…¡Nos abrimos a las redes sociales más que nunca!, y es que Criaturas Salvajes ya tiene la suficiente entidad y reconocimiento para poder presumir de tener su propio Facebook y Twitter (@CriaturasxS). Era hora, buscad, buscad porque encontraréis muchas sorpresas, avances, vídeos en exclusiva, etc,… que hacen que esta iniciativa ‘Salvaje’ os demuestre que está más actualizada que nunca.
Y ahora sí, pongámonos manos a la obra. En primer lugar, debo incitaros (más bien obligaros) a que descubráis a la primera CxS del año de la mano de Mr. Bernardo de Andrés, y es que la inglesa Milly Manders nos ha venido guerrera para despertar el año con su Ska Punk Pop combativo y rebelde. En mi caso personal, os voy a proponer otro rescate más que obligado (obviamente debido a que han publicado nuevo disco) y que generó muchísimas expectativas y sorpresas en 2016 en aquel primigenio ‘blog prohibido’. Este es el caso de la epatadora y carismática banda neoyorkina MOTHER FEATHER con dos Criaturas de máximo nivel ‘Salvaje’ como ANN COURTNEY y ELISABETH CARENA. Vamos con ellas…
El cerebro de esta banda gestada en Brooklyn, N.Y., se personaliza y define en la persona de Ann Courtney que, tras un viaje iniciático de fin de semana fuera de la ciudad de los rascacielos en 2009, rompe sus esquemas cotidianos y vitales gracias a una ‘pop cock rock catharsis’ que, vayan ustedes a saber en qué consistió (…) pero removió el cuerpo, el alma y el corazón de Ann para que supiese de una puta vez a lo que iba a dedicarse al máximo hasta sus últimas consecuéncias. Deseó montar una banda de Rock’N’Roll al estilo New York y vaya si lo consiguió…
Para ello decidió recurrir esteticamente a la parte más bombástica, extravagante y grandilocuente del Glam Rock para mezclarlo con toneladas de rock alternativo 90’s, guitarrazos punk y sublimes melodías Pop y New Wave recurriendo a su mejor amiga en la Universidad de Fordham de estudios escénicos y teatrales, compañera de habitación y también de escenario, Elisabeth Carena. El embrión ya quedó forjado…
La banda acaba de cerrarse entre finales de 2009 y 2010 con Chris Foley (guitar), Matt Basile (bass) que fue sustituido meses después por Gunnar Olsen y Seth Ondracek a la batería. La producción discográfica de la banda no tarda en llegar, las musas están del lado de la Courtney en estrecha colaboración con Carena y lanzan en 2011 un primer E.P., Mother Feather EP y dos años después un segundo E.P. titulado Living Breathing EP (2013). Entre medias se suceden multitud de conciertos, actuaciones privadas para la ‘beatiful people’ neoyorkina y varios premios tanto en la gran urbe como ya en todo el territorio yankee. La banda se estaba ganando una reputación en directo indiscutible tanto por la entrega de sus directos como por el desbordante carisma que nuestras protagonistas desprendían bolo tras bolo.
Curiosamente, un sello tan alejado de los parámetros de Blondie, T.Rex/Bowie, Psychotica y New York Dolls como Metal Blade Records, centrado en el Heavy Metal y el Metal extremo, apuesta al 200% por la banda y les publica en 2016 su LP debut, Mother Feather, compuesto de la regrabación de los temas de sus dos E.P’s más dos temas nuevos. El disco es una absoluta maravilla, es una jodida montaña rusa de emociones a flor de piel con una urgencia instrumental áspera pero tremendamente melódica y atractiva to the Max. Ahí quedan plasmados clásicos induscutibles en su repertorio de directo como el fantabuloso «Mother Feather», «Mirror» o el subyugante y ultra-pegadizo «Living, Breathing»…
La repercusión de la banda estando en un sello de tal magnitud, se multiplica exponencialmente y ya son solicitados en toda la costa Este. Pero también su veneno se hace notar en la Oeste comenzando a ganar multitud de adeptos en L.A., ciudad que, cómo no, tenían que conquistar sí o sí con una propuesta tan vistosa, colorida y sonicamente irresistible.
Y llegamos a noviembre de 2018 y al segundo disco de la banda, Constellation Baby (2018) que las consolida y confirma como una de las bandas más deseables y personales del Nueva York del S. XXI. Habiendo perdido el factor sorpresa y bajando un poco el nivel decibélico y sucio de su debut por un ente más sofisticado, estamos de nuevo ante una colección de canciones con una rotundidad sónica y melódica que harían enrojecer al 90% de las bandas que existen hoy en día en la isla de Manhattan y alrededores. Se podría decir que la primera cara del disco muestra la cara más guitarrera y glam rock de Mother Feather con entre el áspero inicio de «Red Hot Metal», «Man, I Wish You Were Here» que apesta a la P.J. Harvey de Rid Of Me, «I.C.U», uno de los temas más divertidos y deudora de la Kim Deal de The Breaders pero también de los Blondie más peleones, llegando al glammy picarón de «Snakebite». Los dos temas que le siguen rompen el ritmo para que la melodía se haga con el control y la fragilidad y las sutilezas emocionales campen a sus anchas en la entrañable «Desert Island» o la hipnótica y sideral «Constellation Baby» con unos duetos vocales Courtney/Carena preciosos. Los riffs y el fuzz molón vuelven a primer plano en los funk’n’rolls «Totally Awesome» y «Shake Your Magic 8 Ball» de inquietantes atmósferas y texturas. La sencillez y la inmediatez son los denominadores comunes de «Supernatural», New Wave por un tubo de nuevo que nos deja en bandeja el melodioso y nostálgico último corte, «I Blow A Kiss» que no es lo mejor del álbum ni mucho menos pero que cierra con dignidad un disco que a Mother Feather les va a suponer el ascenso definitivo a los altares de la música independiente. Yo prefiero llamarlo Pop Cock Rock. La primer ‘BOLA EXTRA’ de 2019 os iluminará el camino entre tanta ‘Constelación Glammy y urbanita’…