Y llegó el viernes y con él el fin de semana que muchos anhelan para disfrutar de nuestra libertad relativa y sesgada. Dicen, ‘Esto pasará’, pero no va a ser ni mañana ni pasado y el bicho ha venido para quedarse una buena temporada… Dicho esto, nuestras Criaturas Salvajes también han venido para quedarse y cómo iba a faltar a la cita mi camarada Bernardo el pasado lunes trayéndose una sorpresa de las grandes en cuestión de comebacks criaturiles pues la mismísima WENDY JAMES, sí, sí la de los adictivos Transvision Vamp de finales de los 80’s, se ha sacado de la manga su mejor disco solista. Les ruego que lo caten, el nivelazo es bien importante después de todos estos años…
Sé que la semana pasada propuse Punk & Shock Rock con la legendaria Wendy O Williams y esta semana, salvando las distancias estilísticas y temporales, seguiré en la misma línea, eso sí, volvemos a la más rabiosa actualidad porque a los 3 acordes punk le vamos a meter un poco de speed y metal alternativo con la CxS SHAKEY SUE y sus intensísimos THE HELLFREAKS!!!…
Sumerjámonos ahora en el mismísimo Averrrrrno, nuestra Criatura de hoy, Shakey Sue, y tres de sus diablillos más traviesos se hartan de la saturación de almas en pena que pueblan tan pintoresco lugar y deciden emerger poco antes de 2009 (y sin permiso de Satán) al mundo de los vivos para desatar la histeria mundial colectiva con sus siniestras tonadas psychobilly y sus picantes posesiones Punk Pop Rock.
Resucitados en el mundo real en la ciudad de Budapest, se ponen manos a la obra con un primerizo proyecto de Surf-Psychobilly en donde Shakey hace labores de vocalista y batería. No tarda nuestra protagonista en cansarse de las baquetas, desea más, quiere estar delante, dominar, y es en los albores de 2009 cuando nacen The Hellfreaks con nuevos componentes y una nueva dirección musical en la que el Punk Rock hace acto de presencia a pesar de que el Psychobilly es el estilo predominante y dominador. La Sue llama la atención allá donde va y allá donde se muestra por lo que se convierte en modelo alternativa comenzando muy apegada al Burlesque más Horror para ir evolucionando hacia una imagen con más cuero y menos maquillaje, en definitiva, más agresiva y Punk Goth.
A todo esto, con sus The Hellfreaks, ya saca un debut de auténtico escándalo, Hell, Sweet Hell (2010) que es la confirmación del viral primer videoclip que lanzan con su excelente single «Boogie Man». Un disco que combina el roots Rockabilly con el Psychobilly más esquizoide y divertido a lo Reverend Horton Heat, Imelda May o Briant Setzer con sus Stray Cats con ‘gatos zombies’, ‘almas enfermas’ y ‘reinas de la escena Psycho’ en su bestiario temático particular que les permite salir de su Hungria natal para ser requeridos ya en Australia, UK, Alemania e incluso en la exigente escena Rockabilly de EEUU.
No tardan en dar continuidad a su debut con Circus Of Shame (2012) que les hace ampliar más su infernal circo de acólitos y demonoides, el punk (e infecciosas melodías poppies) empiezan a estar cada vez más presente, The Clash, The Damned,… aún así, ni su típico sonido Psycho, ni su cachonda imagen siniestrilla varían lo más mínimo a pesar de añadir sonoridades e intrumentación novedosas como esos acordeones en «Clow Alley» o en el popero «Circus Of Shame» y saxo en «All I Want».
A partir de aquí vacío discográfico de cuatro años (que no de infernales e infecciosas descargas en directo), Shakey Sue se replantea dar un giro evolutivo en el sonido de la banda, el punk le gana definitivamente la partida a todos los ‘Billys’ endureciendo su sonido y su pegada con nueva formación fichando a Bánhegyi Sue (guitar), Domján Gabi (bass) y Budai Béla (drums). Nace su último trabajo, Astoria (2016). El maquillaje vintage y goth punk han desaparecido, el contrabajo y la estética Horror también, no así las venenosas melodías punk pop que se saca la Sue en contraposición al aguerrido muro de guitarras hardcore punk y post hardcore, así como de una base rítmica frenética en la línea de unos Distillers o unos Brutus. Los zambombazos sónicos se suceden uno tras otro, «Burn The Horizon» (¡singelazo!), el tremebundo «Why Do You Talk» y el alternative punk de «Rope» demuestran fehacientemente que apuestan muy fuerte por su nuevo lavado de cara estilístico.
Cuatro años después de inaugurar su ‘nueva piel’ nos llegó a principios de este 2020 el cuarto trabajo de los húngaros titulado God On The Run que les va a hacer subir un peldaño más en su escalada hacia la popularidad pues es su disco más comercial (aunque sin perder un ápice de pegada) y claramente más enfocado hacia el lucimiento melódico y vocal de Shakey Sue. Pero OJO!, que nadie se lleve a engaño, no estamos ante un disco de baladitas o canciones ‘a capella’, ¡para nada!, el disco es vibrante de principio a fin lo que ocurre es que la voz de la Sue predomina a pesar de la muralla de sonido que la banda imprime por detrás. Eso sí, por momentos tengo la impresión de que la banda cae en cierta linealidad precisamente en los temas más ‘familiares’ para ellos caso de los hardcore punk «Men In Grey», «Red Sky» o el más Foo Fighters «Hello Sea» que no es que sean temas flojos pero son muy parecidos en estructuras. Me gusta mucho más el breve y virulento «Doldrum Dinasty» así como sus temas más ‘diferentes’ y esos no son otros que los que tienen coraza y corazón metálicos como «Witches Heal» o «Clear Water» acercándose a los terrenos de una habitual por estos lares criaturiles como Kobra Paige y sus Kobra And The Lotus. El coqueteo con el pop y la comercialidad se encuentran en todas y cada una de las melodías del disco pero son predominantes en «Adrenalize» con claras reminiscencias a los Eclipse por el tratamiento en coros y en «As Above» de cadencia Muse y vocales inspirados en Matt Bellamy. El disco se acaba con el mayor riesgo que Shakey ha acometido en su carrera pues «Tabby» es una composición techno pop con sintetizadores y eléctrica que bien podría haber estado en el Ultra de Depeche Mode…¡¡¡y les queda de maravilla!!!. Todo un acierto para cerrar el disco y dejar abiertas nuevas vías de expresión a explotar en un futuro próximo.
Para concluir, God On The Run (2020) es un aplastante paso en firme que les abrirá todavía más puertas de par en par para llegar a un público más numeroso y a un mercado más amplio sin perder credibilidad ni talento. Shakey Sue se encuentra más cómoda y segura que nunca, no quiere volver a los dominios traviesos de Baphomet. Ella sóla se basta para dominar toda la faz de la tierra con una piel más peleona y furiosa pero también más sensible y comercial.
En ‘BOLA EXTRA’ las directrices de su dominación mundial…