Y aquí nos encontramos de nuevo, inmersos en nuestro particular mundo de Criaturas Salvajes. Para esta semana, y para cerrar este año 2021 con post normales al uso, hemos decidido seguir explotando nuestras secciones habituales. Si recordáis, tras el parón por actualizaciones de antes de Halloween, nos sacamos de la manga una sección nueva llamada ‘CxS’s Hijas de Famos@‘ a la que le siguieron dos semanas seguidas de producto nacional, oséase, ‘Spanish Bombs‘ (con ‘Versus Salvaje‘ incluída en algún momento) y, antes de encerrarnos a preparar los especiales de ‘Lo Mejor de 2021‘, hemos querido clausurar esta última semana desenpolvando nuestra sección de ‘Clásicas‘, o lo que es lo mismo, recordando y reivindicando a aquellas mujeres que abrieron a mediados del siglo pasado el camino ante la supremacía masculina, o bien aquellas que, aún viviendo en un mundo más moderno y supuestamente más ‘evolucionado’, rozando el S. XXI, todavía tuvieron que lidiar con muchos prejuicios machistas. El artículo de Mr. B del pasado lunes se corresponde con el primer caso, pues nos descubrió a muchos a las sesenteras proto garage & psicodelia pop THE LUV’D ONES con CHAR WINNAGE abriendo el camino a muchas mujeres que vinieron después.
El segundo caso se corresponde con este post y, bueno, aprovechando que a JUSTINE FRISCHMANN y sus ELASTICA los tenía en el punto de mira desde hace tiempo, cuando nos decidimos en enfocar esta semana de ‘CxS’s Clásicas’ enseguida me vino su ‘némesis’ americana con sus contemporáneas NINA GORDON y LOUISE POST, integrantes de las chisporroteantes VERUCA SALT. Como véis, una sección dentro de otra y en este caso un ‘Versus Salvaje’ con todas las de la ley por la rivalidad real que mantuvieron estas bandas a mediados de los 90’s. A ver si os gusta…
Comenzamos por Justine Frischmann, ‘la femme fatale’ del Britpop de los 90’s. ¿He dicho Britpop?, sinceramente y desde el principio, os confieso que jamás consideré a Elastica como una banda enraizada en el sonido de Oasis, Blur, Pulp, The Verve, Supergrass o Suede… ¿He dicho Suede?, pues sí, quizás éste fuese el único contacto (musical) que tuvo nuestra primera protagonista con el movimiento Brit de los 90’s, pues Justine fue miembra fundadora del combo londinense en el ’89, junto con su novio por aquel entonces, un tal Brett Anderson…
Rota la relación a finales de 1991 por ella misma, la Frishchman tiene muy claro que no quiere sonar exclusivamente British, está fuertemente influenciada por el rock alternativo de EEUU de finales de los 80’s y principios de los 90’s y ama la discografía de The Pixies y The Breeders más que a su vida, pero también se pirra por el post-punk y la new wave de bandas como Blondie y Adam & The Ants. Elastica nace como tal en 1992 con Justin Welch, baterista también huído de Suede, y a finales de año se les unen Annie Holland (bass) y Donna Matthews (guitar).
No tardan en sacar un efectivo y rasposo primer single, «Strutter», que los empieza a poner en boca de todos en el ’93 con esa fórmula de rock alternativo garagero y con aristas punk. La banda se cohesiona muy rápido y las ideas no paran de salir, en 1994 sacan su primer sencillo oficial con «Line Up» y el mega-hit «Connection» que les hace subir como la espuma tanto a nivel comercial, de crítica y de ‘amistades’ pues la Frischmann encuentra en Damon Albarn (Blur) a su media naranja sentimental pero también de juergas y excesos en aquella época de experiencias varias y libertinaje sin fin…
Un año después, en 1995, con las expectativas por las nubes y con parte de Norteamérica empezando a poner el ojo en las nuevas y efervescentes bandas salidas de UK tras remitir la eclosión Grunge, llega el celebrado debut de Justine, Annie, Donna y Justin titulado de forma homónima a la banda. Huelga decir que el pelotazo fue absoluto y se convirtió en uno de los debuts más rapidamente vendidos de la historia del Reino Unido. Y no era para menos con singles tan rotundos como los mencionados «Connection» y «Strutter», el tema utilizado para la OST de Trainspotting, «2:1», los ramalazos Pixies/Breeders de «Never Here» y «S.O.F.T.», y los demás cortes hasta llegar a un total de 16 que se pasaban como un suspiro y que cualquiera de ellos hubiesen funcionado perfectamente como single…
La inmediata y excesiva fama (y los típicos egos) hicieron que el debut de Elastica se convirtiese en una complicada gesta a superar, además, a la Frischmann nunca se le pasó por la cabeza dedicarse en cuerpo y alma a la música toda la vida y en 1996 empezó a dar claras muestras de agotamiento compositivo y desgana cuando no salió nada en claro de unas sesiones de composición para el nuevo disco. Justin sentía la necesidad de dejar el ‘rock’n’roll way of life’ y dedicarse a otros menesteres. La banda se separa por un corto período de tiempo pero se vuelve a unir a finales del ’99 para grabar The Menace (2000), un disco a descubrir, más interesante de lo que podría parecer y que, en mi opinión, está mucho menos influenciado por el rock alternativo yanquee y sí mucho por la movida electrónica y Trip Hop de Bristol (y por la influencia de Damon Albarn al cual dejaría meses después). Un álbum falto de singles rotundos, muy experimental y con muy pocas aristas punk/new wave al que añadieron la cover del pegadizo «Da Da Da» de Remmler Krowinkel para dotar de cierto gancho comercial al conjunto…
Un año después y tras la publicación del single «The Bitch Don’t Work», llegaba la cantada disolución de la banda con los miembros ocupándose de diferentes proyectos musicales, aunque sin éxito. La Frischmann dejó la música definitivamente mudándose a Colorado, EEUU, a estudiar Artes Visuales y Psicología, siendo hoy en día una refutada pintora conceptual en la Bahía de San Francisco afincándose en San Rafael, CA, con su ‘meteorólogo’ marido.
Pasemos al otro lado del cuadrilátero con Louise Post y Nina Gordon esperando ya con los guantes puestos…
Muchas ganas de traerme a las de Chicago Veruca Salt. El cuarteto formado por las citadas Post (guitar) y Gordon (guitar) junto con Steve Lack (bass) y el hermano de Gordon, Jim Shapiro (drums), comenzaron su andadura en 1993, un año después que Elastica cogiendo su nombre de la repelente niña de la novela Charlie y la Fábrica de Chocolate.
Nina y Louise, Louise y Nina estaban también muy influenciadas por el rock alternativo de Black Francis y Kim Deal, oséase la dupla Pixies/Breeders, que todavía seguía haciendo estragos en todo EEUU. A esto le añadiremos sus claros ramalazos grunge, punk y riot grrrl de ‘desconocidos’ como Nirvana/Hole, L7, Babes In Toyland y Smashing Pumpkins. Un año después ya tienen preparado un disco tan redondo como adictivo como American Thighs (1994) del que, muy certeramente, lanzan como adelanto su super hit «Seether»…
A un disco tan 90’s como éste, post-grunge de manual antes de que el post-grunge existiese, hay que añadir un cuidado exquisito en melodías y armonías vocales para ser un jodido debut y llevar tan poco tiempo tocando, de hecho nunca han escondido la influencia de todo un Paul McCartney a la hora de componer… así como del cruce de vocales Post/Gordon de clara cadencia ABBA. Sí, lo he dicho bien, ¡de ABBA!. El tracklist era tan efervescente como fluído y expontáneo, con muchos singles oficiales y ‘oficiosos’ y ahí se encuentran «All Hail Me», «Number One Blind», «Victrola» o «Spiderman ’79» que son los que personalmente a mí más me gustan con el mencionado «Seether». El éxito fue absoluto y la banda ya realizaba giras generosas y participaba en los festivales de mas renombre tanto por Yanquilandia como por Europa.
Obviando su EP del ’96, Blow It Out YOur Ass, It’s Veruca Salt, en 1997 la dupla creativa de Louise y Nina sigue dando resultados sobresalientes (esta vez bajo un sello grande como Geffen) con un segundo disco igual de bueno (o más) que el debut, con un guiño al Help! de los Fab Four clarísimo en su título, Eight Arms To Hold You y con otro single tan irresistible como «Volcano Girls» con videoclip de típica factura 90’s…
Como con Elastica, en el seno de Veruca Salt también se tienen relaciones sentimentales con la ‘beautiful people’ musical y éste es el caso de la Post y su breve aunque intensa relación con el hombre más dicharachero y simpático del Rock’N’Roll, ese al que toda la ‘Beautiful People’ del Rock deja que meta la zarpa colaborando en algún tema, metiendo baterías o, simplemente, dándole a la lengua lanzando los mil y un piropos tanto de propios y extraños, sí, hablo de Mr. Dave Grohl. La relación no tardó en irse apagando hasta que rompieron en el ’97 inspirando el famoso clásico de los Foo Fighters «Everlong» en el que, se dice, se comenta, que el líder de Foo Fighters se apropió de más de una idea de Louise en algún momento de la composición…
Volviendo al disco, quisieron imponer una producción y un carácter mucho más maduro en contraposición a los temas más naive del debut y para ello contaron con un rubio canadiense llamado Bob Rock que se encargó de hacerlas volver a brillar mal que les pese a la gente que todavía sigue sin soportar que metiese las zarpas en Metallica (1991). Hitazos tan incontestables como el citado «Volcano Girls», «Shutterburg» o «Awesome» demostraban el nivelazo compositivo que seguían teniendo a pesar de las presiones, eso sí, se habían desprendido del componente ‘Pixie’ para ser más post-grunge y powerpop que nunca notándose mucha cercanía en sonido y producción a sus ídolos Smashing Pumpkins, a Hole y, mira tú por donde, incluso a los Redd Kross de Phaseshifter (1993) en el pepinazo inicial de «Straight», «Don’t Make Me Prove It» o la bella balada «Benjamin» en donde Nina Gordon se acerca mucho a ese Jeff McDonald que me pone siempre gallina de piel.
Por no enrollarme más de la cuenta, el final se acercaba, de hecho un año después Nina Gordon abandona el barco para empezar su carrera como solista (tres discos la abalan en la década de los 00’s), mientras que Louise decide continuar con Veruca reformando la banda con nuevos miembros. En 2000 graban un nuevo disco, Resolver, con nuevo guiño Beatle, seis años después vuelven con IV (2006) entrando la banda en un parón indefinido hasta que, enterrada el hacha de guerra entre la Post y Gordon, la formación original vuelve a probar sensaciones en 2013 dando sus frutos en su quinto disco de estudio titulado Ghost Notes (2015) que sirvió para exorcizar demonios personales y de grupo colaborando todos en un disco tremendamente interesante y con canciones tan potentes como «Lauguing in the Sugar Bowl». La banda sigue en activo hoy en día a pesar del parón pandémico dando muestras de amistad verdadera pasadas épocas de atracones de éxitos y amistades peligrosas…
Y hasta aquí hemos llegado, espero que os haya gustado el rescate y la confrontación amistosa. Recordaros, antes de ‘BOLA EXTRA’, que la semana que viene es nuestra semana de ‘Reflexión’ en donde iremos confeccionando los especiales en dos tandas con ‘Lo Mejor de Criaturas 2021’. Tened un poco de paciencia y disfrutar mientras tanto de las CxS’s Clásicas de esta semana, ¡lo merecen!!…
FELICES FIESTAS Y QUE TENGÁIS UNA FELIZ ENTRADA DE AÑO 2022 EN DONDE, IMAGINAMOS, LOS REYES MAGOS VENDRÁN CON ALGÚN ‘REGALITO’ EN SUS ZURRONES…