VIAL

Después de ausentarme la semana pasada en Criaturas Salvajes, aquí vuelvo de nuevo con ímpetu después de las fiestas de Semana Santa y la Pascua. Antes he de recordaros que mi camarada, compañero y amigo fiel en la distancia, Bernardo de Andrés, estuvo al quite y no os falló el pasado lunes con una bandaza y una CxS que han volado mi jodida cabeza. Y es que los de Frankfurt, THE PILL, y SAM, su incuestionable y carismática Criatura, me han hecho la semana super llevadera con su formula punk/proto punk agresiva, directa y simple. ¡AL LORO CON ELLA!.

Poco me voy a salir de los cánones establecidos esta semana por Mr. B, quizás sí que rebajaré un pelín los niveles de agresividad y crudeza imponiendo más melodía y rollito indie, pero sin perder en un ápice en guitarrazos y momentos más encendidos. Con todos vosotr@s, os presento al powertrio de Minnesota, ¡¡¡VIAL!!!…

Con sede en Minneapolis, el trio de amiguísimas formado por la baterista Katei Fischer, la bajista Taylor Kraemer y la guitarrista KT Branscom se conforman como banda en 2019 cuando, como en el post anterior pasó con The Pill, las integrantes de la banda se conocieron a través de la conocida APP de contactos, Tinder…

Sus parámetros estilísticos se enclavan desde el principio en la fusión de estilos cruzando Indie Rock con la crudeza y aristas del punk 90’s, además de trabajar muy seriamente en la facturación de excelsos ganchos melódicos que encuentran su perfecta culminación en unos estribillos catchys desde el mismo momento en el que cierran la composición de sus primeras canciones, «Therapy» es una de ellas…

Las cosas funcionan rápido y en ese mismo 2019 ya lanzan su primer EP, Grow Up, con 7 temas en los que queda perfectamente definida su personalidad, eso sí, con muchas más aristas e impostación punk (y algún atisbo de justificada inocencia en letras) de lo que más tarde vendría en trabajos posteriores. Me quedo con el incendiario «Therapy», con las buenas intenciones melódicas de «Rough» y la energía ‘naive’ de «Grow Up»…

El colorido estilístico y la expontaneidad de melodías y armonías vocales se siguen puliendo en tiempo récord y comienzan a hacerse conocidas en la rica escena indie alternativa de Minneapolis lo que les hace pulirse y profesionalizarse por completo abriendo ya para bandas de cierta importancia en el mundo del indie punk. En aquellos momentos añadieron a una cuarta componente al bajo, como podréis apreciar aquí abajo…

Arriba el bichejo dichoso y las chicas, lejos de desmotivarse, articulan una actividad en RRSS constante y creativa realizando acústicos, colocando retazos de los nuevos temas que estaban componiendo y muchas otras dinámicas para generar contenido que no pasaron inadvertidas tanto para sus primeros fans como para los que hicieron nuevos en aquel momento de encierro y limitaciones.

En 2021 se publica Loudmouth, mucho más pulido en melodías, riffs y con unas letras menos obvias y naive, de hecho añaden un mucho de ironía, coñas marineras y cachondeos varios que, unas veces de forma más explícita y otras no tanto, hablan sin pelos en la lengua sobre frustración, relaciones fallidas, adicciones, soledad y problemas mentales y ahí están los crudísimos «Planet Drool», «Mr. Fuck You» o «Piss Punk» para mostrar toda su furia y dejar bien a las claras que Kurt Cobain es uno de sus totems estilísticos. Mi tema favorito es el cachondo y alocadísimo «Roadkill»…

Tenía que caer una cover de Nirvana y hace unos meses nos obsequiaron con el demoledor «Territorial Pissings»…

Llegamos a la actualidad, hace poco menos de 15 dias publican su segundo disco de estudio titulado Burnout (2024). Tan sólo 19 minutos pero condensando todos los elixires sónicos del ahora otra vez convertido en trío de Minneapolis. Menos enfocado al punk y el grunge, pero con trallazos como el oscuro inicio de «Two-Faced» hablando de la falsedad y la puta pose, el energético «Falling Short» o el brevísimo sopapo sónico de «Chronicle Illness Flareups» que creo que podrían haberlo convertido en un hitazo si no se hubiese quedado en un escupitajo punk de 37 segundos. Obviamente el contenido melódico alcanza cotas importantes y ahí están los más indie powerpop de «Bottle Blonde» o «Broth Song» hablando, de nuevo, de superficialidades y desengaños sentimentales; «Just Fine» expresando la inestabilidad emocional de una generación ‘Z’ cada vez más disconforme con su situación en el mundo; «Ur Dad» o como utilizando la ironía y el cachondeo fantasean con ligarse al padre de un colega. El álbum se cierra con uno de mis cortes preferidos, «Apathy» tiene esa misma ‘intro’ oscura e inquietante que «Two-Faced» para explotar sónicamente instantes después y presumir de un estribillo demoledor y super catchy a partes iguales, en donde ‘las marcas de mordiscos’ emocionales se dejan entrever detrás de bromas líricas con el mejor de los sarcarmos. En definitiva, las yankees siguen con paso firme su carrera al estrellato sin perder ni un punto de acidez, crudeza sonora e ironía vital…

Y como no escatiman en videoclips que ellas mismas confeccionan en formato deliciosamente ‘DIY’ pues aquí os dejo una ‘BOLA EXTRA’ la mar de entretenida y esclarecedora de cómo son nuestra protagonistas de hoy…

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