Los domingos se están convirtiendo en los antiguos viernes en tanto en cuanto a la dinámica de publicaciones de un servidor. Espero que no os cueste adaptaros a los nuevos tiempos que corren por esta casa, al menos por mi parte…
El pasado miércoles, mi amigo fiel y avezado cazatalentos, Mr. B, se fue a Irlanda para traerse bajo el brazo el disco debut del dueto compositivo DEA MATRONA, un proyecto imposible de dejarlo pasar por lo fresco y deshinhibido en estilos que se muestra tocando palos tan dispares como el hard rock, el powerpop, el glam, el folk o incluso hasta momentos más urgentes deudores del punk.
En mi turno de palabra voy a rodeadoros con una densa niebla y luces ténues y en grises. Hoy es momento, por fin, de traerme a RAVEN VAN DORST y su intensísimo proyecto Gothic Occult Rock, DOOL. Acaban de editar su tercer disco en estudio y era hora de cubrir a una banda tan especial como la que hoy vas a conocer…
Con su anterior ábum, Summerland (2020), editado en una fecha tan crítica como la de aquel 10 de abril del año vírico por excelencia, ya estuve a punto de cubrirlo ‘in extremis’ en el ‘Bola Extra’ de nuestros especiales de Fin de Año de 2020, pero se me cruzaron, por partida doble y a la vez, los The Neptune Power Federation y los Old Blood y los tuve que descartar por el amor que profesaba hacia las bandas citadas… Por eso los ‘por fin’ y ‘ya era hora’. Amo a esta banda desde hace 4 años…
DOOL es un proyecto holandés que se gesta en 2016 por miembros de la interesantísima banda de dark rock, The Devil’s Blood, y del proyecto occult, Elle Bandita, aunque todos y cada uno de los miembros de aquella primera formación también se encontraban en otras bandas, así, nuestra protagonista de hoy, Raven Van Dorst (vocals, guitar), militaba en los mencionados Elle Bandita, Nick Pollack (guitar) en Gold, Reinier Vermeulen (guitar) en The New Media y tanto Jon Van De Zande (bass) como Micha Haring en los también citados The Devil’s Blood. Su nombre es una expresión holandesa que viene a significar algo así como ‘Errante’.
Con la calidad que atesoraban sus miembros y teniendo claro cual iban a ser sus parametros estilísticos y líricos, Raven Van Dorst, se convierte en líder, pero también en concepto de la banda, poco a poco todo va a girar a su alrededor, tanto por su creatividad como por el aporte vital y de vivencias de una vida, la suya que no ha resultado ser nada fácil…
Nacid@ intersexual y con una operación en su niñez que la fuerza a vivir como una mujer, Raven siempre se debatió entre los prejuicios sexuales de los que la rodeaban y la frustración que siempre sintió. La búsqueda de sí mism@, la lucha por la libertad de pensamiento y el encontrar un lugar en un mundo hostil han sido convertidos en inspiración y obra artística y es por esto que DOOL tienen ese toque tan especial y de viviencia extrema.
En 2016 lanzan su primer single, Oweynagat, que ya recrea a la perfección ese mundo opresivo y esa música nostálgica y llena de intenso dolor que transita entre el gothic occult rock, el metal y el rock progresivo teniendo a referentes como The Sisters of Mercy, los The Cult más gothic, Tool, Sonic Youth y The Cure como estandartes de estilo.
La magia funciona a la perfección y un año después debutan con Here Now, There Then (2017) que los pone en la mirilla tanto de discográficas como de festivales veraniegos europeos. El disco se nutre del ya clásico «Oweynagat», pero añade futuros obligados en su setlist como «The Alpha», «Vantablack» o «Golden Serpents».
En 2018, la banda consigue brillar rotundamente en festivales como el Live At Wacken Open Air alemán y el Rockpalast, su propuesta encima de un escenario es magnetizante, subyuga su música, pero también su mensaje. En ‘Bola Extra’ comprobaréis lo aquí apuntado.
Llega el fatídico 2020, tienen un fabulosísimo disco de consolidación entre manos como Summerland con la mala suerte que todo, absolutamente todo por lo que habían estado luchando y con el tirón de su debut, se va al traste al coincidir la fecha de su publicación con el periodo más ‘apocalíptico’ de confinamiento/pandemia. A la banda no le queda otra que encerrarse, comerse su frustración y esperar un mejor momento para llevar su subyugante ritual a la generosa legión de fans que ya tenían por aquel entonces. Es este disco el que me atrapa, y no es para menos con excelsas composiciones que te abren en canal como «Sulphur & Starlight» o «Wolf Moon». Monumentos tremendos a las miserias humanas…
Pasado el bache coronavírico, la banda no podía diluirse ni por asomo, sus fans (hoy en día ya se cuentan por legiones) comenzaron a tener hambre de nuevas composiciones y Raven y sus fieles soldados ahí iban a estar para ofrecer lo demandado por su fandom. The Shape of Fluidity (2024) es el disco más personal y desnudo de l@ Van Dorst. Desde aquí os puedo decir que es la mayor introspección que ha compuesto la holandesa en la que reflexiona sobre cómo es en realidad la vida, su vida, un fluído en constante evolución y cambio, como el agua… Debemos hacer las paces con el Caos y la Impermanencia. Así es el concepto vital de una colección de canciones absolutamente espectacular, comenzando por el progresivo «Venus in Flames», dejándonos embaucar por la telaraña siniestra y caprichosa de «The Shape of Fluidity», sintiendo nuestra propia ‘mierda’ con la intensidad y las costras de «Evil in You», saboreando la sangre de las dos partes bien diferenciadas de «House of a Thousand Dreams» o sintiéndonos aplastados, pero también mecidos con esos contrastes rítmicos de «Hermagorgon».
En fin, un disco para escuchar de principio a fin, sintiendo todas sus aristas, sus susurros, sus lamentos y ahogos, pero también su fuerza, su intensidad y su PODER…
No me quiero extender más, que la ‘BOLA EXTRA’ os guíe en el sinuoso camino hacia la luz…