Saludos Criaturas y Criaturos. Bienvenidos a la octava temporada de CRIATURAS SALVAJES. Desde esta casa volvemos a hacernos eco, un curso más, de lo mejor y más granado en tanto en cuanto a la música Rock’N’Roll (y alrededores) gestada, compuesta e interpretada por mujeres. Os lo volvemos a recordar una vez más, en esta website siempre es 8-M y este empoderamiento criaturil lo tuvimos tatuado a fuego desde nuestro nacimiento, allá por el 1 de septiembre de 2016.
Mi camarada y compañero, BERNARDO DE ANDRÉS, ese perfecto cazatalentos se estrenó el pasado lunes con GRACE BOWERS, la nueva niña prodigio de la guitarra y una de las grandes promesas de la actualidad con su banda GRACE BOWERS AND THE HODGE PODGE. Increíble estreno de temporada rebosante de funk, blues rock y soul.
Y como uno no puede quedarse atrás en terrenos soul funk & blues, contraataco saltando el charco del Atlántico, yéndonos a la fría Suecia, para hacerle los honoros al recientísimo cuarto lanzamiento de BLUES PILLS comandados por esa fuerza talentosa de la naturaleza que ha sido siempre, es y será… ¡¡¡ELIN LARSSON!!!…
Los Blues Pills nacieron en 2011 en EEUU de la mano de Zack Anderson (bass) y Cory Berry (drums) que formaban parte de Radio Moscow, pero que de inmediato abandonaron la agrupación al conocer en California a una dotadísima cantante soul y animal escénico llamada Elin Larsson. Habían nacido Blues Pills, una de las sensaciones más rotundas del Vintage Rock de la última década en escandinavia al lado de Spiders, Graveyard, Pristine, The Black Marbles, etc,…
No tardan en grabar una maqueta en Suecia, en concreto en el garage de los padres de Elin con la que empezaron a rodar y que les abre las puertas del sello Plattenlabel Crusher Records que ve el potencial del combo y les ofrece grabarles un E.P.. Pero antes, les faltaba una pieza fundamental en el rompecabezas, un guitarrista que se ajustase a ese blues-rock ácido y setentero que querían plasmar y lo encuentran en Francia con un imberbe de 16 años, Dorian Sorriaux, que reclutan sin pensárselo dos veces, practicamente raptándolo a su base de operaciones en Suecia, para grabar su debut discográfico en formato E.P. con Bliss (2012).
El boca a boca, las redes sociales, las radios en esa maravillosa península escandinava no tardan en hacerse eco de lo que esta banda empieza a provocar, sobre todo en directo, y empiezan en 2013, además de con la publicación de su siguiente E.P. Devil Man, a ser solicitados en todos los festivales de referencia en donde la música ‘hard’/’stoner’/’vintage rock’/blues/soul se despliega en toda su magnitud como en el DesertFest, Roadburn Festival y, sobre todo, el Crossroads Festival/Rockpalast germano. Cómo no, su siguiente movimiento tenía que ser un E.P. en directo con cuatro temas de este último festival y que lo titulan, obviamente, Live At Rockpalast (2013).
Y ete aquí que llegamos a mediados de 2014, en concreto al caluroso julio, para disfrutar de su primer ‘Long Play’ en toda regla, Blues Pills (2014). La primera vez que entró por mi oreja la inicial «High Class Woman» sabía que me encontraba ante un disco acojonante…y todavía me quedaban 9 canciones!!!. Qué fuerza, que sensación de ‘deja vú’ y de viaje a los tiempos en los que Grand Funk Railroad y Cream marcaban el paso y hacían jodida historia. Y la voz de Elin…¡menudo descubrimiento colega!!!, la simbiosis perfecta entre Aretha Franklin, Lisa Kekaula, Tina Turner y, quizás todavía en menor medida, Janis Joplin. Bueno, en realidad a quien me recordó primero fue a Ann-Sofie Hoyles de Spiders…incluso hasta la superaba en fuerza y expresividad de matices vocales con ese background soulero.
Si nunca habías tenido la oportunidad de escuchar su debut ¡ya tardas amig@!, un disco que no te va a cansar nunca, ¡¡¡NUNCA!!!, con unos riffs de otra época que no te van a llevar a la manida frase ‘esto es una fotocopia de la fotocopia’ porque sí, esta banda bebe de Grand Funk, Zeppelin, de Hendrix, de Cream, de Ike & Tina, de Aretha pero lo hacen de una forma y manera tan expontánea y natural, tan jodidamente fresca que parece que hayan sido tele-transportados del pasado e insertados en pleno S.XXI para mostrar a las nuevas generaciones qué era lo que de verdad se hacía en aquellas mágicas décadas de los 60’s y los 70’s.
La banda consolida su posición de privilegio en la escena escandinava y europea con participaciones de auténtico privilegio ya en festivales y sus primeras fechas por España, donde siempre han sido muy bien recibidos. Pero Zack y Elin, principales compositores de la banda, se encuentran en racha y no tardan en publicar un nuevo album, Lady In Gold (2016) esta vez más enfocado más hacia la blues psicodelia y el soul, más centrado en facturar melodías pegadizas que en mostrar el músculo del riff y así lo demuestran temas tan arrebatadores como el que titula el disco…
Pero todo pasa factura y precisamente en su mejor momento medíatico comienzan las fricciones y el desgaste, de hecho hace poco la Larsson comentó que estuvieron a punto de separarse y que gracias a la composición de nuevas canciones que les sirvieron de terapia la banda resistió a aquel momento de crisis y hastío. Dorian Sorriaux abandona la banda para comenzar su carrera como solista blues (algo que estaba cantado) y Zach pasa a ser el guitarrista principal fichando a un bajista tan contundente (y vickingo) como Kristoffer Schander…
Holy Moly!, el tercer trabajo de la banda, llegó en el fatídico 2020 con el mundo patas arriba por la pandemia… Posíblemente un disco pelín lastrado por la misma a nivel de repercusión mediática y defensas en directo…, quizás el disco más personal y autobiográfico de la banda en las letras de Elin desahogando los pasados malos momentos y en términos musicales una vuelta a la crudeza ríffica del debut con un sonido más analógico y directo si cabe que nunca en descargas encendidísimas de heavy soul tales como «Proud Woman», «Low Road» o «Rhythm In The Blood». Un álbum más ‘casero’ (fue grabado en un estudio personal que se montaron en una fábrica en Suecia) y variado en estilos, mucho más cañero y cabreado que el anterior…
Momento actual, momento de Birthday (2024)…
Podríamos afirmar que el cuarto trabajo de Elin Larsson, el citado Birthday (2024), tiene dos factores determinantes en su concepción. El primero de ellos es que Elin Larsson ha sido madre recientemente y su estrenada maternidad ha sido, como no podía ser de otra manera, una fuente de inspiración novedosa a la hora de componer letras y arreglar ciertos temas.
El segundo es que, ahora sin lugar a dudas, la cuarta obra de los de Estocolmo es su apuesta ‘mainstream’ más rotunda y rematadamente ‘Pop’. Obviamente esto no quiere decir que sean ahora Dua Lipa o Charlie XCX, ¡para nada!, pero qué duda cabe que temas como el hitazo de «Don’t You Love It», el medio tiempo soulero «Somebody Better» o ese acercamiento clarísimo de Elin a los conocidísimos terrenos de Adele en el epatador «Top Of The Sky» son claras evidencias de ello. Ni qué decir tiene que el trabajo melódico de los dos últimos cortes, «I Don’t Wanna Get Back On That Horse Again»/»What Has This Life Done To You» (más ‘crooner/gospel’ el primero, más bubblegum el segundo) son también prueba perfecta para demostrar lo que os digo más arriba.
Aún así, Blues Pills no han dejado de ser Blues Pills, no se han vendido en ningún momento dejando su firma en el enérgico inicio de «Birthday», pero también en el travieso y exuberante «Piggyback Ride», demostrando una paleta variada de gustos y sabores como el funky vacilón de «Bad Choices», el soul embadurnado de psicodelia en «Like A Drug», sacando toda ‘la mierda’ sentimental en el exorcizante «Hold Me Back» o transportándote al delta del Mississipi en «Shadows».
En conclusión, volvemos a tener a los mejores Blues Pills (aunque molesten esas intenciones Pop) con una colección de canciones impresionantes, con mucho peso melódico y teniedo a una Elin en forma e iluminada por las musas en su nueva condición de madre.
Joer!, uno de los discos del año, ¡sin lugar a dudas!, por lo que ya te puedes ir preparando porque te viene una ‘BOLA EXTRA’ de auténtico infarto y clase a raudales. Espero que la disfrutes hasta ‘Lo Más Alto del Cielo’…