CRIATURAS SALVAJES IS BACK!!!. Bienvenidas/os, por la parte que me toca, a la 3ra temporada de esta aventura tan gratificante como llena de emociones y descubrimientos musicales salvajemente femeninos. Este verano ha sido demasiado largo dejándoos sin CxS el mes de julio, asumo toda la culpa por obligaciones laborales que me tuvieron absorvido los sesos por obligación administrativa. Os pido disculpas desde esta casa. Yendo al grano, mi compañero y camarada fiel, Bernardo de Andrés estrenó esta temporada con una novedad obligatoria para todo aquel que guste de nuevas sensaciones y sonoridades pues eligió el recién publicado nuevo disco de la nueva reina del Gothic Pop, OLIVIA JEAN. Creo que es una obviedad afirmar que nadie puede dejarlo pasar de ninguna de las maneras porque es un rosco exquisito rebosante de retro rock con una clase y un ‘savoir faire’ descomunal. Lana del Rey debería estar temblando…
En lo concerniente a mi estreno Criaturil, dejo completamente de lado melodías bien cuidadas y melosas y sofisticadas sonoridades para acometer todo lo contrario con una CxS recién llegada y una bestia parda de armas tomar con una banda que está en boca (y orejas) de todos desde poco antes del comienzo del verano y que lo están petando en tiempo record. Ésta no es otra que la australiana AMYL y sus THE SNIFFERS!!!!!…
Pero es de ley remarcar que cuando todavía eran unos completos desconocidos en nuestro país, ¡¡¡nosotros ya hablamos de ellos!!!, en concreto con la publicación de sus primeros EP’s hace ahora mismo poquito menos de dos años cuando Mr. B publicó un Criaturas en su ‘Mi Tocadiscos Dual’. Lo cierto es que aquella lectura y aquel descubrimiento no pasó desapercibido para quien suscribe pues el potencial y la proyección de la banda eran demoledores para hacer cosas más a lo grande y así lo están demostrando con la publicación de su homónima Opera Prima publicada el pasado mayo. Pero, por partes…
Ms. Taylor proviene de la modesta, pequeña y rural localidad aussie de, ¡ojo!, Mullumbimby, cercana a Melbourne. Nuestra bestia rubia acaba el instituto y se muda a la capital para intentar estudiar algo ‘serio’ y vivir experiencias extremas y es precisamente con sus compañeros de piso que se gesta una de las combinaciones más explosivas del momento en tanto en cuanto al punk ‘old school’ 70’s. Lo cierto es que Dec Martens (guitar), Bryce Wilson (drums) y Fergus Romer (bass) no tenían demasiadas nociones a la hora de tocar, sabían algún acorde mal tocado sin más y no tenían pretensiones serias más allá de tocar en las excesivas fiestas en pisos de estudiantes pero una noche que volvían de una party a la enérgica e hiperactiva Amy Taylor (luego se lo cambió por Amyl), se le ocurrió ponerse a berrear por encima de las cutres covers que salían todavía de sus instrumentos. En poco tiempo, ¡¡¡por no decir en pocas horas!!!, y con el instrumental más cutre y austero que tenían en su cuchitril, compusieron sus primeros cuatro temas sin temor a las inexperiencia creativa o a la presión de no saber hacia donde se dirigían sus letras y/o riffs. El nihilismo y el tener más cara que espalda como imposición fue crucial para crear su primer EP, Giddy Up (2016), que apestaba a ‘demo’ por los cuatro costados y demostraba ya una fijación enfermiza por el punk/New Wave del ’77 con Ramones, Dead Boys, Pistols y los primeros Blondie pero también el de principios de los 80’s con Black Flag, Germs, Gits… así como de referentes más autóctonos tipo The Saints o The Birthday Party.
La semilla, la caradura y los ovarios de nuestra protagonista estaban puestos sobre la mesa y tan sólo les faltaba pulirse un poco a nivel de grabación e imagen así (los ‘mullets’ como cabelleras estaban aún por llegar…), en 2017 lanzan su segundo EP, Big Attraction (2017) (ahora sí, ya con ‘mullets’ e imagen 80’s), que si bien se aleja del sonido ‘demo’ sigue ofreciendo esa peligrosidad y aristas underground componiendo sus primeros ‘instant classics’ como «I’m Not A Loser» o esos disparos a quemarropa que suponen cortes tan sangrantes como el explícito «Blowjobs» o el alocadísimo «Balaclava Lover Boogie». Fresco, loco y sucio. No se les podía pedir más. De momento…
Todo había mejorado y ya empiezan a tocar con grupos de categorías superiores como los mismísimos Cosmic Psychos que se los llevan sin dudar de gira debido a la increible reputación que estaban teniendo a nivel de descargas en directo que escupían y vomitaban la rabia y la furia pero también la inmediatez y la imprevisibilidad de sus referentes antes citados.
La formación ‘académica’ de la banda había finalizado. Es hora de asaltar a lo grande los oídos más hambrientos de la vieja magia punk y, bueno, gracias a su demanda en festivales importantes en el país de los canguros y su creciente reputación en UK y Europa les permite en 2018 realizar su primer tour como cabezas de cartel en Inglaterra así como estrenarse en Yanquilandia la pasada primavera al abrir para sus paisanos King Gizzard and The Lizard Wizard a los que, todo hay que decirlo, se los comieron practicamente con patatas en la mayoría de bolos por las reseñas que se leen por ahí. Sólo les faltaba conquistar el mundo.
Y bien, llega el turno de confirmar a lo grande que la reencarnación ‘millennial’ de Wendy O., Cherie Currie y aquella Debbie Harry más cruda y punky demuestre con su banda que tienen la capacidad de dar el salto a lo grande y convertirse ellos y su sonido en un ente más profesional y serio sin salirse de los canones punk y street punk y de la máxima ‘do it yourself’ que les ha caracterizado desde sus principios. Ha llegado la hora de demostrar que pueden acometer canciones tan rematadamente crudas pero tan irremediablemente catchys como las de su LP debut, Amyl and The Sniffers (2019).
He de comenzar dejando claro que ha sido mi disco del verano, ese disco que no me ha dejado en ningún momento y que he escuchado hasta en los sitios más insospechados (…). La colección de canciones es de aupa lectoras/es, la banda ya propone una producción que, si bien no deja de ser cruda y punkarra por los cuatro costados, se nota que esa mejora considerable en sonido para gustar hasta a los más hipsters del lugar sin huir lo más mínimo del sonido del ’77. Suenan rematadamente frescos, directos, con composiciones ultra-simples pero jodidamente certeras, crudas, ¡muy crudas! pero imbuidas por melodías irresistibles hasta decir basta. Con un disco tan sobresaliente y expontáneo como éste debería citar absolutamente todos los cortes pero simplemente nombraré trallazos punkarras como los cabreados a rabiar «Gacked on Anger», «Got You» o «Cup Of Destiny», o los más suicidas y vertiginosos «GFY» (Go Fuck Yourself) y «Punisha». Pero también existen declaración de intenciones tan rotundas y aplastantes por parte de Amyl como en el caso del punk’n’roller «Control», los más ochenteros «Angel» y «Shake Ya» bajando el nivel de agresión y visceralidad (que no de crudeza sónica). Acabar un disco con un zambombazo penetrador a medio camino entre el high energy 90’s, la new wave y el punk rock 70’s como «Some Mutts (Can’t Be Muzzled)» con estos cuatro frikis dejándose la piel y ofreciendo tanta frescura es que te deja knoqueado irremediablemete. Hacía mucho tiempo que no se conseguía tanto en un disco con tan poco, haciendo fácil lo que parece más difícil… y eso no es otra cosa que componer temazos que se me han quedado (se nos han quedado a Bernardo y a mí) tatuados para los restos…
Momento para desplegar la destructora y nihilista ‘BOLA EXTRA‘ que os espera aquí mismíto. ¡¡¡Los tiempos de Wendy O y sus Plasmatics han vuelto!!!, ¡os lo puedo asegurar! porque ya tenemos otra aplastante ‘GIRL TO THE FRONT’ hombro con hombro con Cecilia Böstrom (The Baboon Show), Olga Svetlanas (Svetlanas), Jenny Angelillo (Neighborhood Brats) y L. Hotshot (Scorpion Vs. Tarantula). Todas/os a cubierto pero mirando por el rabillo del ojo porque esa máxima tan trillada del ‘No Future’ vuelve a adquirir vigencia máxima y credibilidad con AMYL and The Sniffers…