The Well

Aún a riesgo de parecer un carcamal abuelo parloteando de las inclemencias del tiempo que estos días asola media Piel de Toro, me parece muy adecuado tenerlo como marco de fondo de las Criaturas Salvajes que esta semana poblaron y poblarán nuestra website. La oscuridad y los sonidos inquietantes y apocalípticos se empiezan a apoderar de este sitio con esta meteorología endemoniada y maleficamente caprichosa que tenemos, no en vano, el pasado lunes Bernardo de Andrés propuso el rescate de LINDY GABRIEL y sus GABRIEL AND THE APOCALYPSE para comenzar a transitar la senda del infierno y la destrucción con sonidos industriales, provocación sangrienta, metal y electrónica.

No me saldré ni un ápice de la senda hacia el trono de Baphomet y, ¿por qué no?, de la intención de rescates criaturiles tenebrosos pues hoy os hablaré de una banda que ya se pasó hace dos años por Pupilandia cuando manteníamos contra viento y marea a las Criaturas en el blog de Mr. B, Mi Tocadiscos Dual, y el mío propio, Pupilo Dilatado. La banda y la CxS que hoy nos ocupan, gracias a la publicación de nuevo disco, son THE WELL con LISA ALLEY blandiendo su poderosísimo bajo…

Los The Well se forman en los albores de 2011 en Austin, TX, cuando su guitarrista, cantante y compositor principal, Ian Graham, es despedido de su anterior proyecto no tardando en encontrar su ‘alma mater’ creativa con la excelsa bajista Lisa Alley. El baterista Jason Sullivan se unió poco más tarde de que la ‘dupla’ oscura acabase de consolidarse. Con un concepto bien cerrado y definido, meses después de su primer encuentro registran un primer single todavía espartano y limitado en recursos y personalidad, Seven (2012), que les permite empezar a dejarse ver en la escena más oscura y maldita de la Costa Este. En 2013 la banda iba a meterse en el estudio para la grabación de su primer disco pero se encuentran con la oportunidad de grabar un E.P. en directo, First Trip, en el que muestran todo su malévolo sonido encima de un escenario (buena jugada para demostrar su evolución y creatividad con respecto a su mejorable single debut). Agotan sus existencias contra pronóstico. En 2014 lanzan, por fin, su puesta en largo en ‘Long Play’ con Samsara (2014) que les consagra definitivamente al lado de bandas como Ruby The Hatchet, Wu Can, Lucifer, The Black Wizards, The Oath o Electric Citizen, formaciones todas ellas amantes de lo oscuro y lo pagano, de lo pecaminoso y lo prohibido, del sufrimiento espiritual impostado y el ‘dolor’ religioso. No tardan en girar con bandas como Kadavar, Pentagram, Orchid, Fu Manchu y otras…

A finales de 2016 lanzan su segunda colección de ‘tinieblas’, Pagan Science (2016), con el que se reafirman en su pesada y machacona propuesta a medio camino entre un correoso y obsesivo Stoner Rock y el Doom más pesado e inquietante onda Black Sabbath, Blue Cheer, Pentagram. El sonido de la banda es absolutamente espectacular, ominoso y oscuro, envolvente e hipnótico gracias a unos infectos riffs de elaboración setentera por parte de Graham y unas obsesivas y reptantes líneas de bajo que a saber de qué parte del Averno se las saca Lisa Alley que puede parecer que pasa desapercibida pero que tiene más importancia de la que, a priori, se le presupondría a una bajista en este estilo musical de guitarras hiper-saturadas y baterías ampulosas. Como en toda banda ‘Doomy’ se corre el riesgo de caer en el tedio y la repetición y aquí es donde entra de lleno el Stoner Rock para ponernos firmes en «Skybound» o «I Don’t Believe», la Psicodelia de «Choirs Of The Stars» o los Soundgarden más oscuros como en el caso de «Byzantine». Pero lo más importante, a mi juicio, es la dualidad vocal que se marcan Ian y Lisa, Lisa y Ian casi siempre armonizando (sobre todo la Alley al ser segunda voz) en los fraseos para darle ese toque ancestral y místico pero con unas melodías muy cuidadas que se agarran a las primeras de cambio a tu ‘pecaminosa alma’ con estribillos realmente conseguidos y alejados completamente de guturales y voces dolorosas. De nuevo, como veis, nuestra CxS marca la diferencia y la calidad en una banda que la necesita como el respirar a pesar de que todos los réditos líricos y compositivos se los lleve Mr. Graham...

Pasemos sin más preámbulos al tercer disco de los de Texas. Titulado acertadamente Death and Consolation (2019), es el disco de consolidación absoluta de The Well tanto en calidad y diversidad en composiciones como en producción y arreglos. No tengo la menor duda. También os tengo que decir que es su disco más personal ya que la serie B y el jugueteo con el Diablo de trabajos pretéritos se echan a un lado para dejar paso a las trágicas vivencias con la muerte y el sentimiento de ausencia y pérdida que Ian Graham sufrió el año pasado. Aunque líricamente el concepto haya cambiado ‘a la fuerza’, sonicamente la banda está enorme y cuando digo ‘enorme’ me refiero al muro de sonido gigantesco que generan bajo, guitarra y batería. Las influencias a sus amados clásicos siguen presentes aunque no sean tan evidentes caso de «Sabbah», el rescate del ‘sabbathico’ «Act II» de su single debut o «Cup Of Peace» con cierto deje Joy Division en medio de la calma tensa y el suspense ‘doom’ generados. Los temas que más se te van a quedar en un principio y que más van a levantar a sus acólitos en concierto son el sorprendentemente accesible «Raven» de cadencia y estribillo imbatibles, el mencionado «Sabbah», la setentera «Eyes Of A God» (tan Kadavar ella…) o el irónico y desengañado «This Is How The World Ends» imbuido de fuzz infernal desértico y con Graham sacando todas sus miserias y ralladas existenciales. Es obvio hablar de Lisa Alley en este trabajo, tanto para bien como para mal; por la parte positiva hay que destacar su protagónica presencia instrumental en «Death Song» pero sobre todo en «Freedom Above» en donde marca el paso en primer plano tanto con las cuatro cuerdas como, por momentos, vocalmente en los coros. Por la parte negativa, sinceramente, sería de agradecer que cantase algún tema en solitario pues su voz encaja como un guante en las composiciones dinamizando el tracklist y variando el registro ‘Ozzy’ que casi siempre propone Ian.

Y hasta aquí, creo haberte preparado para las inclemencias meteorológicas que ya descargan sobre tu cabeza o están a punto de hacerlo y, si no es así, aquí tienes una ‘BOLA EXTRA’ que te transportará directamente a las puertas del Averno y con pase VIP para sufrir lo menos posible esta jodida Gota Fría al lado de quien ya sabes…

Ojito al tremebundo directo que se gastan los tejanos…

 

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